Esta es la tercera parte de la serie de las 5 alternativas a la harina de soja más prometedoras que compartiremos en las próximas semanas, en cuanto a perfil proteico, disponibilidad, sostenibilidad y mucho más. Esta semana nos fijamos en la harina de insectos.
La harina de soja (SBM) es una excelente fuente de proteínas para muchas especies ganaderas y, en la actualidad, es el componente proteico más común en los piensos compuestos para cerdos, aves de corral y ganado lechero. Sin embargo, dado que el precio de la harina de soja fluctúa y puede ser muy elevado, los ganaderos están investigando activamente ingredientes que puedan servir como sustitutos totales o parciales
Harina de insectos
La harina de insectos es una alternativa creciente a otras fuentes de proteína para piensos, como el SBM. Es nutritiva, económica y puede producirse localmente. Las harinas de insectos pueden contener hasta un 80% de proteínas, así como ácidos grasos y péptidos antimicrobianos. En particular, la harina de la mosca soldado negra es mucho más rica en lípidos y calcio que la harina de soja. Es especialmente adecuado alimentar con proteínas de insectos a algunos tipos de ganado, como algunos peces y aves de corral, porque los insectos son una fuente natural de alimento para sus congéneres silvestres
Dado que los insectos consumen residuos alimentarios, este ingrediente proteico es altamente sostenible, por lo que la harina de insectos se conoce como un pienso de «economía circular». La producción de harinas de insectos para diversos sectores ganaderos está aumentando en Europa, América del Norte, Australia y otros países, pero se necesitará tiempo para que la capacidad aumente significativamente
Proteínas animales procesadas
A partir de julio de 2021, se esperaba que la Comisión Europea determinara que no había riesgo para la salud si se permitía alimentar a las aves de corral con proteínas animales procesadas (PAP) procedentes de cerdos e insectos, levantando así una prohibición de larga data
Alimentar a los insectos
En cuanto a la alimentación de los propios insectos, sólo se permiten ciertos productos animales. El uso de materiales del cerebro y del sistema nervioso, por ejemplo, está prohibido en Europa y otras partes del mundo para evitar la posible transmisión de enfermedades zoonóticas. A partir de mediados de 2021, según la Plataforma Internacional de Insectos para la Alimentación y los Piensos, con sede en la UE, los insectos producidos para la alimentación pueden ser alimentados con material vegetal, pero también con leche, huevos, productos lácteos o de huevos, miel y grasa o productos sanguíneos extraídos de animales no rumiantes
Aunque el potencial de las harinas de insectos es enorme, los expertos afirman que hay que estudiar más para determinar si su producción es rentable. Además, es necesario promocionar más la harina de insectos como ingrediente de piensos para despertar el interés y la aceptación de los consumidores.