Existe una creciente necesidad de reducir el uso de antibióticos a nivel mundial. Un factor clave del éxito es asegurar un intestino sano, que es la primera línea de defensa de los animales, con un enfoque a varios niveles.
Cuando la función de barrera se ve comprometida, las bacterias oportunistas pueden atravesar la capa epitelial y llegar a la lámina propia subyacente. Estas bacterias son anaerobias clásicas facultativas que pertenecen a la proteobacteria phylum gramnegativa, por ejemplo Escherichia o Salmonella spp o al género Enterococcus spp grampositivo. Los patrones moleculares asociados a los patógenos expresados por las bacterias oportunistas son detectados por los receptores inmunes innatos expresados en el polo basolateral de los enterocitos o en la superficie de las células inmunes residentes. Esta detección desencadena la liberación de citoquinas pro-inflamatorias que inician una respuesta inmunológica innata aguda. Como resultado de esta respuesta inmunológica aguda, la ingesta de alimento de las aves se reduce. Además, una respuesta homeopática divide los nutrientes del crecimiento muscular hacia los órganos inmunes y los sitios de inflamación. La elevación del metabolismo basal reduce la disponibilidad de energía para el crecimiento y la locomoción. La elevación del metabolismo basal y la producción de especies reactivas de oxígeno por parte de las células inmunitarias innatas pueden inducir estrés oxidativo. En conjunto, las adaptaciones fisiológicas asociadas a las respuestas inmunitarias agudas perjudican tanto la tasa como la eficiencia del crecimiento en las aves de tipo cárnico.
Por lo tanto, una función de barrera deteriorada del intestino puede comprometer el bienestar de las aves y la rentabilidad de la granja avícola. Esta condición, también conocida como fuga en el intestino, también puede contribuir a la aparición de la dermatitis de las almohadillas de las patas como resultado de la humidificación de la camada. El intestino con fugas se considera a menudo como una condición secundaria que resulta de los daños causados por las infecciones de Clostridium (enteritis necrótica) o Eimeria spp (coccidiosis). Las crecientes pruebas originadas en las investigaciones sobre mamíferos indican, además, que el estrés térmico y la densidad energética de la dieta pueden comprometer la función de barrera del intestino al inducir una remodelación del conjunto de proteínas de las uniones apretadas en el intestino delgado. En el pasado, los antibióticos promotores del crecimiento (AGP) se utilizaban en las dietas de los pollos de engorde europeos para controlar el crecimiento de las bacterias oportunistas y el estado inflamatorio del intestino. Hoy en día, numerosos países de todo el mundo han prohibido el uso de AGP. Por lo tanto, los pollos de engorde son alimentados con dietas de alta densidad sin AGP y alojados a una alta densidad de carga. Estas condiciones pueden favorecer el inicio de la inflamación intestinal.
Enfoque multinivel para hacer frente a los desafíos
Nutrición
La investigación sobre ingredientes alternativos que controlan la inflamación intestinal se ha hecho frecuente. Se ha demostrado que varios compuestos fenólicos, como los aceites esenciales y los ácidos orgánicos, reducen el crecimiento de las bacterias oportunistas en el intestino de las aves de corral. Además, la investigación ha puesto de relieve el efecto sinérgico de la combinación de aceites esenciales (Tabla 1).
Como se ha señalado anteriormente, la inflamación intestinal se desencadena por el deterioro de la integridad intestinal y puede conducir a un estrés oxidativo. Por lo tanto, el control de la inflamación intestinal va más allá de centrarse exclusivamente en la microbiota y debe abordar los efectos fisiológicos asociados a las fugas intestinales. A ese respecto, se sabe que la betaína y el butirato influyen en la integridad intestinal, mientras que los antioxidantes como la vitamina C y los extractos de polifenol son conocidos por mitigar los efectos adversos del estrés oxidativo. El estrés oxidativo puede producirse cuando los animales están estresados, debido a las mayores actividades del ciclo de Krebs y de la cadena respiratoria, lo que aumenta el riesgo de desacoplamiento mitocondrial y la formación de especies de oxígeno reactivo. Sin embargo, la eficacia de esos ingredientes activos está condicionada en parte por su liberación en el segmento derecho del intestino, así como por su estabilidad a lo largo del tiempo y de los procesos de fabricación. Por lo tanto, la selección del método de protección correcto puede ser tan importante para la eficacia general de la estrategia nutricional como la selección del ingrediente activo correcto.
Mixscience ha desarrollado un método in vitro de dos pasos para simular la liberación de los ingredientes activos a lo largo del tiempo. Se eligen el pH, la temperatura, el período de incubación, las enzimas y las condiciones de agitación específicos para imitar los segmentos gástrico y entérico del tracto gastrointestinal de las aves. Estos modelos in vitro permiten estudiar el efecto de la fuente de grasa y el nivel de inclusión en la cinética de liberación de los ingredientes activos encapsulados (Figura 1).
Figura 1 – Porcentaje del componente activo liberado.
Aunque se reconoce la eficacia de estas soluciones, no deben considerarse como balas de plata que pueden proporcionar toda la facilidad de uso y la eficacia que antes proporcionaban los AGP. De hecho, se requiere un enfoque de múltiples niveles para hacer frente al desafío de la inflamación intestinal. Trabajar en la formulación del alimento puede ayudar a minimizar el sobrecrecimiento bacteriano reduciendo el sustrato que queda para el crecimiento en el intestino posterior. Esto requiere un uso inteligente de las enzimas disponibles en el mercado en un sistema de formulación de alimentos constantemente actualizado y preciso. Las micotoxinas en los ingredientes de los piensos también deben ser cuidadosamente supervisadas, ya que su ingestión puede conducir a la supresión inmunológica y a una mayor susceptibilidad a las enfermedades.
Prácticas asociadas
Sin embargo, el nivel más importante es el de la granja, donde los factores que favorecen la inflamación intestinal pueden ser minimizados a través de la administración técnica. Esa gestión técnica puede facilitarse mediante aplicaciones de fácil utilización destinadas a mejorar diversos aspectos técnicos de la gestión de las explotaciones agrícolas, como la calidad del agua (por ejemplo, Aquascope), la prevención de la dermatitis de las almohadillas para alimentos (Podoscope) o la bioseguridad durante el período inicial (por ejemplo, Chickpoint). Otra práctica innovadora es el uso de flora de barrera en los gallineros que puede reducir la aparición de bacterias oportunistas mediante la exclusión competitiva.
Varias estrategias para el éxito
Para concluir, el intestino es un órgano clave para la salud y el bienestar de las aves de corral. En un contexto de reducción general del uso de antibióticos, es necesario combinar varias estrategias (productos bien elegidos, gestión técnica) para garantizar la salud intestinal en cualquier situación.
Los autores: Pierre Moquet, especialista en aves de corral y Clémence Messant, jefe de producto, MiXscience