¿Pueden ciertas cepas de probióticos colonizar y persistir en terneros de un mes de edad? La investigación de Uruguay demostró que sí.
El uso de microorganismos nativos con capacidad probiótica es un instrumento alternativo para el tratamiento y la prevención de varias enfermedades que afectan a los animales, como la diarrea neonatal de los terneros. Estudios anteriores demostraron que los terneros alimentados con probióticos requieren menos tratamiento contra las enfermedades infecciosas y que se puede reducir la incidencia y la gravedad de la diarrea neonatal de los terneros. En un estudio, el uso de probióticos tuvo un mejor efecto profiláctico sobre la DNC en comparación con los tratamientos basados en antibióticos. El uso de probióticos acompaña a la tendencia mundial de promover prácticas de alimentación preventivas y naturales. Las bacterias del ácido láctico (BL) son miembros prominentes de la microbiota intestinal normal y son ampliamente reconocidas por sus efectos beneficiosos, incluyendo la contribución al equilibrio de la microbiota, la inhibición de la colonización de patógenos y la mejora de la respuesta inmunológica del huésped.
Cepas de las heces de los terneros
La selección de las cepas de probióticos dentro de una colección se basa en diferentes ensayos in vitro e in vivo, que predicen su potencial. La clave para encontrar los mejores probióticos es que las bacterias formen parte de la microbiota nativa, buscando seguridad, persistencia y adaptabilidad en el huésped. Por consiguiente, el objetivo de este estudio, publicado en el Journal of Beneficial Microbes, era caracterizar un grupo de cepas de Lactobacillus spp. nativas aisladas de las heces de terneros sanos mediante un enfoque in vitro y evaluar su capacidad para colonizar el tracto gastrointestinal (TIG) de los terneros. Se evaluó la capacidad de las cepas de Lactobacillus spp. nativas para sobrevivir en condiciones de bajo pH y presencia de sales biliares, formación de biopelícula y adhesión tanto a la mucosidad como a las células Caco-2.
4 cepas evaluadas más a fondo
Basándose en la caracterización in vitro, 4 cepas (Lactobacillus johnsonii TP1.1, Lactobacillus reuteri TP1.3B, L. johnsonii TP1.6 y Lactobacillus amylovorus TP8.7) se seleccionaron para evaluar su capacidad de colonización y persistencia en la TIG de los terneros. La evaluación de la persistencia entérica entrañó un ensayo in vivo con administración oral de probióticos y la cuantificación en heces de las especies bacterianas administradas con PCR cuantitativa en tiempo real (qPCR). El estudio se llevó a cabo con 15 terneros (de 1 mes de edad) que se dividieron en 5 grupos de 3 animales, 4 de los cuales se trataron con 4 cepas seleccionadas diferentes y 1 fue el grupo de control.
Conclusiones
Una característica importante de las bacterias probióticas es su capacidad para soportar las condiciones ácidas del estómago y la presencia de sales biliares en el intestino delgado (Morelli, 2007). En este estudio se observó que el grado de tolerancia era muy variable y dependiente de cada cepa, pero no de la especie, como ya se ha determinado en estudios anteriores. Los resultados de este estudio demostraron que la detección in vitro es una herramienta poderosa para evaluar la posible actividad probiótica, especialmente para inferir en la capacidad de colonización. Diferentes cepas prometedoras mostraron una notable capacidad de colonización y persistencia en la TIG de los terneros lactantes. Los investigadores demostraron que las cepas TP1.3B y TP1.6 lograron persistir en los animales tratados hasta diez días después de finalizado el período de administración, lo que indica que podrían ser candidatos prometedores para el diseño de probióticos para terneros. Se realizarán más estudios para evaluar su efecto en la incidencia de la diarrea neonatal de los terneros (DNC) y para caracterizar los posibles mecanismos de acción.
