Los probióticos no sólo son beneficiosos para los humanos y el ganado, también las abejas pueden beneficiarse. Esto se ha demostrado en un nuevo estudio del Instituto de Investigación de la Salud de Lawson y la Universidad de Western en Canadá.
Según los investigadores, la bacteria Lactobacilli puede potencialmente proteger a las abejas de los efectos tóxicos de los pesticidas.
En el estudio se utilizaron las moscas de la fruta como un modelo bien conocido para estudiar la toxicidad de los plaguicidas en las abejas de la miel. Tanto las abejas de la miel como las moscas de la fruta se ven afectadas de manera similar por los neonicotinoides, tienen sistemas inmunológicos muy similares y comparten muchos microbios comunes presentes en su microbiota, la colección de microorganismos que se encuentra en cada insecto.
Los investigadores descubrieron que las moscas de la fruta expuestas a uno de los pesticidas más utilizados en el mundo, el imidacloprid (IMI), experimentaban cambios en su microbiota y eran más susceptibles a las infecciones. Las moscas estuvieron expuestas a una cantidad de pesticida comparable a la de las abejas de la miel en el campo. Mediante la administración de una cepa específica de Lactobacilli probiótico, la supervivencia de las moscas de la fruta expuestas al plaguicida mejoró considerablemente. El mecanismo consistió en estimular el sistema inmunológico a través de una vía que los insectos utilizan para adaptarse a la infección, el calor y otras tensiones.
Los investigadores esperan estudiar más a fondo los mecanismos involucrados en este proceso y realizar pruebas de campo en las poblaciones de abejas de la miel en Ontario.