A partir del 1 de julio de 2017, se permitirá el uso de proteínas de insectos en los alimentos para peces. El sector de los insectos está encantado de que este hito de comenzar a utilizar las proteínas de los insectos sea ahora oficial.
El Instituto de Investigación Agrícola de Francia (INRA) ha creado una base de datos de libre acceso sobre las leguminosas de grano.
Los insectos son campeones en la conversión de material en proteínas valiosas. ¿Pero qué hay de la retención de micotoxinas que pueden estar presentes en el sustrato usado para cultivar los insectos?
Nuevos productos y fábricas de piensos están apareciendo por todas partes. Las más recientes se enumeran a continuación.
Protix, productor de harina y aceite de insectos y con sede en los Países Bajos, recibió una financiación de 45 millones de euros. La empresa utilizará el dinero para aumentar su capacidad de producción y para más investigación en las aplicaciones de ingredientes derivados de insectos para piensos y alimentos.
El costo de los piensos representa casi el 70-80% de los costos totales de la producción avícola. En muchos casos, esto puede estar fuera del alcance de los pequeños avicultores que carecen de economías de escala y de acceso al crédito. Esto hace que las perspectivas de utilizar los insectos como fuente de proteínas sean factibles porque son mucho más baratos y están disponibles durante todo el año. Sin embargo, ¿ofrecen estas fuentes alternativas la misma eficacia?
Un estudio realizado en los Países Bajos, encargado por Selko, muestra que los oligoelementos hidroxilados pueden mejorar la palatabilidad de las dietas de los lechones respecto de las fuentes de minerales sulfatados.
Tras analizar el calostro de 14 yeguas y las muestras de sangre de los potros recogidas al nacer y de nuevo 24 horas después, los investigadores descubrieron que las citoquinas se transmiten en el calostro de una yegua a un potro y desempeñan un papel importante en la transferencia pasiva de la inmunidad.
Lerøy, uno de los principales grupos de mariscos del mundo y con sede en Bergen, Noruega, comenzará a producir productos de salmón ricos en ácidos grasos saludables – con un uso reducido de las escasas materias primas marinas.
Una estrategia que incluye macroalgas para lechones jóvenes tiene resultados prometedores para controlar la diarrea y reducir los antibióticos.
